TU DIÁLOGO INTERIOR ¿Aliado o enemigo?
¿Quién es la persona con la que más te relacionas? ¿Con quién tienes las conversaciones más interesantes, curiosas y profundas?
Tal vez estés pensando, en tu pareja, en tu mejor amiga, un compañero de trabajo o tus padres. ¡Cuidado! Ya sabes que mis preguntas, a veces, tienen trampa.
¿Quieres saber a qué persona me refiero? Esa persona eres tú. Has leído bien. Por ello, hoy quiero hablarte del diálogo interno.
El diálogo interno es esa vocecita que está activa en nuestra cabeza todo el día. Si te das cuenta, ¡no calla nunca! Tu voz interior te acompaña allá donde estés, es tu fiel compañera.
La forma en la que nos hablamos y nos comunicamos con nosotros mismos, tiene un gran poder sobre nuestro destino. Esa conversación interna es capaz de motivarnos o desmotivarnos, de apoyarnos o anularnos, todo dependerá de la forma en la que nos hablemos a nosotros mismos.
Mi intención en el día de hoy es reflexionar sobre el diálogo interno, ya que sin duda la forma en la que nos comunicamos o hablamos con nosotros mismos, será el mejor o peor aliado para nuestras emociones.
Nuestro diálogo interno se crea a partir de nuestras experiencias de vida. Son el conjunto de creencias, juicios, expectativas y recuerdos que se activan en función de los estímulos externos. Por ello, y teniendo en cuenta esto, quiero recordarte una de las frases que me ayudan a controlar mis reacciones:
“No es lo que pasa, más bien es el cómo reaccionamos ante lo que pasa”
Cuando en nuestro día a día nos enfrentamos a las diferentes situaciones cotidianas, ante ellas y sin darnos cuenta, nuestra mente viaja a ese archivo en el que están guardadas el conjunto de creencias, juicios y expectativas pasadas, que tienen relación con nuestras experiencias de vida. Basándonos en esta información, se activa nuestro propio diálogo interno.
Lo peor que puede pasarnos con respecto a nuestro diálogo interno es llegar a pensar mal sobre uno mismo, ya que, en base a esto, la forma en la que nos tratemos será la clave de nuestra felicidad o infelicidad.
De hecho, cada vez que dialogamos con nosotros mismos, tenemos el poder de decidir la forma en la que nos hablamos, dependiendo de las circunstancias tendremos que adaptar el diálogo interno para ayudarnos, motivarnos, darnos ánimos, si hacemos lo contrario, ya sabes lo que puede pasar.
Ante una situación difícil, tú diálogo interno será tu mejor aliado. No es lo mismo que te digas a ti mismo, “soy un desastre” “Todo me pasa a mí” “este problema no tiene solución”
O en esa misma situación complicada, te des ánimos, como, por ejemplo: “yo puedo con esto” “todo saldrá bien” “puedo hacerlo” “ten paciencia” “si busco, encontrare la mejor solución a este problema”
Como ves la forma en la que te trates, te será útil o, todo lo contrario, podrá causarte mucho sufrimiento, de ti depende como lo uses. Mantener un diálogo interno positivo te ayudará a reforzar tu autoestima, también regularás tus emociones, y te ayudará a superar los retos de la vida.
El diálogo interno negativo es destructivo en todos los aspectos, no nos interesa destruirnos, más bien todo lo contrario, nos interesa construir una relación fuerte y sana con nosotros mismos.
Cuando nos hablamos de manera negativa aparecen diferentes formas de hacerlo. Escucha con atención e intenta adivinar cuál es tu forma de comunicarte:
Dentro del diálogo interno existen cuatro tipos diferentes de comunicación
- Diálogo autocrítico: esta diálogo es muy tóxico, ya que la propia persona se critica a ella misma. Con esta actitud reduce el valor de sus logros y potencia sus defectos y límites. No suele confiar en ella misma, no se considera válida y por ello se siente muy frustrada.
- A este le sigue el diálogo autoexigente: la persona se exige demasiado, no se permite equivocarse, provocando estrés y cansancio, además de una profunda insatisfacción porque nunca están las cosas como ella quiere o piensa que deberían estar.
- Ahora veamos el Diálogo victimista: Las personas victimistas piensan que la vida es difícil, dura, complicada. Creen que todo les pasa a ellas, suelen pensar que tienen mala suerte. Se autoconvencen de que no disponen de recursos para poder superar las situaciones que la vida le presenta, llegando a crear una visión negativa de sus propias capacidades.
- Por último, el Diálogo catastrófico: las personas catastrofistas sienten una fuerte necesidad de prevenir o protegerse de las situaciones que vendrán en un futuro. Suelen hablar sobre la necesidad de anticipaciparse al futuro, esto les genera ansiedad, falta de control y desgaste.
¿Has detectado cuál es la forma de comunicarte contigo mismo?
No todo es negativo en el día de hoy, ya que también existe el diálogo interno positivo, tal vez tu forma de comunicarte no sea ninguna de las anteriores, si es así, felicítale por tener un diálogo interno “que te construye” y “no que te destruye”
Consejos útiles para mejorar tú diálogo interior:
Fundamentalmente, es necesario que conozcas o detectes la forma en la que te comunicas contigo mismo, este es el paso primordial.
Una vez detectado, cuando tengas un reto, problema, o situación complicada, alíate con tu forma de afrontarlo. No te concentres en el problema, concéntrate en las posibles posibilidades para solucionarlo.
¡No exageres!! En muchas ocasiones somos nosotros mismos los que exageramos el problema y nos ahogamos con un vaso de agua. Te recomiendo lo siguiente ¡Menos drama y más acción!
Deja el pesimismo a un lado: para tener resultados positivos tendrás que actuar y pensar de manera positiva y con ello tendrás resultados más favorables.
Cambia el «no puedo» por el «no puedo todavía» o “voy a intentarlo” date la oportunidad de explorar nuevas opciones y alternativas. ¡No te rindas nunca!
En conclusión, no esperes que las personas de tu alrededor te digan lo que vales, no esperes de nadie externo palabras bonitas. Si tienes que esperar algo de alguien, que sea de ti mismo. El verdadero amor empieza por el diálogo interno que tenemos con nosotros mismos.
Quiérete, Respétate, Cuídate, háblate con cariño, esta relación, la que tienes contigo, perdurara hasta el último de tus suspiros. No pierdas el tiempo tratándote mal.
Conviértete en tu mejor aliado, cuida tus pensamientos, ellos son como semillas que cultivas para que florezcan experiencias de vida satisfactorias. Tu satisfacción personal depende única y exclusivamente de ti, y tu diálogo interno será tu aliado.
Recuerda pensar a tu favor, cambia tú diálogo interno y cambiarás tu mundo.
Si te ha gustado esta reflexión, si crees que puede alentar a alguien que conozcas, compártela. La grandeza de las personas no se mide por lo que tienen, se mide por lo que dan.
Gracias por cuidar de ti, a través de esta reflexión. Deseo te ayude a tener una mejor relación contigo mismo.